Fernando Albizu ha dado con la clave de bóveda de Pozzo, personaje bipolar, seductor y aterrador en un solo segundo, como el coprotagonista de El señor Puntila y su criado Matti, drama compuesto por Brecht ocho años antes. 

El actor alavés pasa del fuego al hielo sin pestañear, baila su papel como se baila una giga, con geometría admirable. 

Su voz pidiendo socorro, tras descarrilar la calesa imaginaria tirada por su abnegado sirviente, suena como la que dieron al estallar la crisis de 2008 los directores de cajas de ahorros hoy procesados”. 

Esto es un fragmento de la crítica de Javier Vallejo en “El País” en enero de 2020, en el que describe el papel de Fernando Albizu en “Esperando a Godot”.

Un clásico del siglo XX que no ha perdido su esencia. Una obra existencialista del teatro del absurdo que se adapta perfectamente a cualquier tiempo, ya que puede interpretarse como una alegoría a la vida, de cómo ante la desesperanza siempre queda un anhelo, alguien o algo que venga y nos salve de la desdicha.

Durante 2021 podremos ver esta obra en escena, con texto de Samuel Beckett Y bajo la dirección de Antonio Simón, representada, además de Fernando Albizu, por Pepe Viyuela, Alberto Jiménez, Juan Díaz y Jesús Lavi, por teatros de toda España.